A Mark Post le dieron 420 mil dólares para hacer una hamburguesa en un año. Puede parecer dinero fácil, pero él lo intenta hacerlo sin utilizar carne proveniente de un animal.
El profesor Post es una de las pocas personas en el mundo que puede conseguirlo. Como jefe del Departamento de Fisiología Vascular de la Universidad de Maastricht, en Holanda, se encuentra a la vanguardia de una nueva ola de investigación que busca crear una manera de producir carne que acabe con la necesidad de criar ganado.
En vez de conseguir la carne de los animales criados en granjas, Post quiere crear los filetes en el laboratorio, directamente de células madre musculares. Si lo logra, esta tecnología transformará la manera en la que producimos alimentos.
“Queremos que la producción de carne pase de ser un proceso de cría a uno industrial”, explica.
El profesor Post no es el primero que sueña con conseguir algo así. A mediados del siglo XX, el holandés Willem van Eelen imaginó crear carne sin matar animales, utilizando células madre.
Pero a principios de este año, un filántropo anónimo se puso en contacto con el profesor Post, que durante un tiempo trabajó con los colegas del doctor Van Eelen, y le ofreció pagarle para que creara una hamburguesa de cerdo cultivada en un recipiente de laboratorio.
“Será probablemente la hamburguesa más cara que jamás veremos en este planeta”, dijo Post.
Lo anterior se busca para reducir las emisiones de CO2 derivadas de la producción de carne, pues las crías de ganado suponen 18% de todas las emisiones de gases con efecto invernadero del planeta, incluso superando a las del transporte.
Naciones Unidas prevé que la demanda mundial de carne se doble en 2050, lo que empeorará aún más la situación. Además, un 80% de la tierra de cultivo está dedicada a la producción de carne y el ganado consume un 10% de los suministros de agua dulce.